Teatro de los Invisibles llega a Calpe con ‘Contención mecánica’, una obra que pretende visibilizar la violencia psiquiátrica
Próximo sábado 10 de junio a las 20:30h en el auditorio Jaume Pastor i Fluixà de la casa de cultura de Calpe
El próximo sábado 10 de junio a las 20:30h, la compañía Teatro de los Invisibles muestra en el Auditorio de la casa de cultura Jaume Pastor i Fluixà de Calpe, su nueva pieza de teatro documental: 'Contención mecánica'. La obra, cuya entrada será libre hasta completar aforo, recoge testimonios reales de personas psiquiatrizadas que han experimentado una vulneración de sus derechos durante sus ingresos en instituciones sanitarias, y pone el foco en una práctica que, aún a día de hoy, sigue siendo común: la contención mecánica. Es decir, atar a personas en camas, haciendo uso de correas.
La pieza, que entremezcla aspectos performativos y testimoniales, quiere servir de altavoz para denunciar esta situación. «Los profesionales de salud mental y las violencias que ejercen contra nosotras han conseguido que tenga paìnico a los hospitales. En una crisis necesitamos cuidados y acompanÞamiento, alliì ofrecen control y vigilancia, y son cosas radicalmente distintas», asegura Marta Plaza, activista “loca” que colabora en 'Contención mecánica'.
«Queremos hacer visible lo invisible mostrando una realidad desconocida para la mayoría, la de las personas psiquiatrizadas que han sufrido algún tipo de maltrato durante sus ingresos médicos y han querido compartir con nosotras su verdad. Una verdad que trasladamos a escena valiéndonos de una convergencia de prácticas artísticas (teatro, poesía, performance, danza, música en directo, videoescena, piezas sonoras, etc.) inspiradas en los testimonios recopilados y en las aportaciones de las personas implicadas», añade Zaida Alonso, directora de la obra.
Un proyecto urgente
La contención mecánica (la aplicación, control y extracción de dispositivos de sujeción mecánica utilizados para limitar la movilidad física) sigue siendo una práctica habitual en las unidades de psiquiatría y servicios de urgencias de nuestro país. Las personas a las que se les aplica, pueden permanecer atadas con correas en cintura, muñecas y tobillos durante horas, o incluso días, dependiendo de la decisión del personal sanitario. Esta privación de la libertad se suele ejercer de forma opaca y no controlada, siendo imposible acceder a registros donde se explique quién es atado, por quién, por qué, durante cuánto tiempo ni cómo. Además, los casos de secuelas graves o mortales suelen quedar impunes, tal como denuncia el colectivo LoComún, que lleva años luchando contra esta problemática a través de #0contenciones, campaña de la que Teatro de los Invisibles ha tomado referencia.
Según el actor calpino, Javier Pardo: «Este proyecto surge de una necesidad urgente tras los últimos años que hemos vivido de confinamiento y crisis sanitaria sin precedentes y con episodios de violencia psiquiátrica silenciados para el gran público. El caso que nos impulsó a realizar este proyecto fue el de Andreas Fernández González, que falleció en la unidad psiquiátrica del Hospital Central de Asturias después de permanecer 75 horas atada a una cama. Le habían diagnosticado una enfermedad mental, pero tenía meningitis.»
Así, ante esta realidad se abren varios interrogantes: ¿por qué se sigue realizando esta práctica?, ¿nos falta infraestructura?, ¿falta inversión?, ¿falta educación y concienciación?, ¿qué ocurre con la dignidad de los afectados?, ¿existen alternativas?, ¿se escucha realmente al paciente o es anulado sistemáticamente por su diagnóstico?

El próximo sábado 10 de junio a las 20:30h, la compañía Teatro de los Invisibles muestra en el Auditorio de la casa de cultura Jaume Pastor i Fluixà de Calpe, su nueva pieza de teatro documental: 'Contención mecánica'. La obra, cuya entrada será libre hasta completar aforo, recoge testimonios reales de personas psiquiatrizadas que han experimentado una vulneración de sus derechos durante sus ingresos en instituciones sanitarias, y pone el foco en una práctica que, aún a día de hoy, sigue siendo común: la contención mecánica. Es decir, atar a personas en camas, haciendo uso de correas.
La pieza, que entremezcla aspectos performativos y testimoniales, quiere servir de altavoz para denunciar esta situación. «Los profesionales de salud mental y las violencias que ejercen contra nosotras han conseguido que tenga paìnico a los hospitales. En una crisis necesitamos cuidados y acompanÞamiento, alliì ofrecen control y vigilancia, y son cosas radicalmente distintas», asegura Marta Plaza, activista “loca” que colabora en 'Contención mecánica'.
«Queremos hacer visible lo invisible mostrando una realidad desconocida para la mayoría, la de las personas psiquiatrizadas que han sufrido algún tipo de maltrato durante sus ingresos médicos y han querido compartir con nosotras su verdad. Una verdad que trasladamos a escena valiéndonos de una convergencia de prácticas artísticas (teatro, poesía, performance, danza, música en directo, videoescena, piezas sonoras, etc.) inspiradas en los testimonios recopilados y en las aportaciones de las personas implicadas», añade Zaida Alonso, directora de la obra.
Un proyecto urgente
La contención mecánica (la aplicación, control y extracción de dispositivos de sujeción mecánica utilizados para limitar la movilidad física) sigue siendo una práctica habitual en las unidades de psiquiatría y servicios de urgencias de nuestro país. Las personas a las que se les aplica, pueden permanecer atadas con correas en cintura, muñecas y tobillos durante horas, o incluso días, dependiendo de la decisión del personal sanitario. Esta privación de la libertad se suele ejercer de forma opaca y no controlada, siendo imposible acceder a registros donde se explique quién es atado, por quién, por qué, durante cuánto tiempo ni cómo. Además, los casos de secuelas graves o mortales suelen quedar impunes, tal como denuncia el colectivo LoComún, que lleva años luchando contra esta problemática a través de #0contenciones, campaña de la que Teatro de los Invisibles ha tomado referencia.
Según el actor calpino, Javier Pardo: «Este proyecto surge de una necesidad urgente tras los últimos años que hemos vivido de confinamiento y crisis sanitaria sin precedentes y con episodios de violencia psiquiátrica silenciados para el gran público. El caso que nos impulsó a realizar este proyecto fue el de Andreas Fernández González, que falleció en la unidad psiquiátrica del Hospital Central de Asturias después de permanecer 75 horas atada a una cama. Le habían diagnosticado una enfermedad mental, pero tenía meningitis.»
Así, ante esta realidad se abren varios interrogantes: ¿por qué se sigue realizando esta práctica?, ¿nos falta infraestructura?, ¿falta inversión?, ¿falta educación y concienciación?, ¿qué ocurre con la dignidad de los afectados?, ¿existen alternativas?, ¿se escucha realmente al paciente o es anulado sistemáticamente por su diagnóstico?
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