Consejos de la Policía para los padres de hijos a los que los reyes les han traído un móvil
Los especialistas de la Policía Nacional han elaborado una serie de recomendaciones a los padres, para que puedan orientar a sus hijos pequeños en el buen uso de los móviles, tablets y demás aparatos tecnológicos que los Reyes Magos regalan a los niños españoles.
Los agentes del Grupo de Redes Sociales advierten de la importancia
de marcar desde el primer día normas de utilización de los distintos
aparatos tecnológicos conjuntamente con los niños, así como acompañarles
en la configuración inicial de estos y de los perfiles, programas o
aplicaciones que se instalen.
De igual forma, los
responsables del Participación Ciudadana de la Policía recuerdan que
entre las pautas de seguridad básicas está supervisar qué programas,
webs y redes sociales utilizan los más pequeños, cómo y con quién,
conocer su funcionamiento, riesgos y posibilidades. En el último año, el
buen uso de la cámara del móvil y del contenido que se comparte vía
whatsapp son dos puntos cruciales en la seguridad de los menores.
Recomendaciones para un uso seguro de la tecnología por menores:
- Conciencia
a tus hijos de que el nuevo gadget es un regalo, pero no es ningún
juguete. Tanto los padres como los hijos deben conocer no sólo cómo
funciona y sus muchas posibilidades sino los riesgos de un mal uso,
sobre todo, para la seguridad. Es recomendable que ese proceso de
aprendizaje o descubrimiento se haga conjuntamente, simultáneo, padres e
hijos.
- El menor debería tener claro dónde, cómo y cuándo
puede -o es oportuno- utilizar su nuevo equipo y protegerlo de posibles
extravíos y accesos indeseados. Si lo va a llevar consigo fuera de la
vivienda, dependerá de su edad, circunstancias del momento o compañía
adulta, entorno... Además, es recomendable que el adulto guarde la
factura y los datos identificativos del aparato y bloquear su uso con
una clave que solo deberían conocer él... y sus tutores, que le acompañe
en su introducción a la tecnología.
- Es importante que desde
el principio se acuerden entre ambas partes (menores/adultos) unas
normas de uso, en base a unos criterios de seguridad y racionalidad (que
sea adecuado por el entorno y el saber estar) que, cuanto más mayores
sean, más se razonarán y consensuarán con ellos, con mayor libertad e
intimidad. Cada cosa en su momento o a una edad...
- Los
adultos deberían saber y elegir las distintas opciones de la operadora,
así como las aplicaciones, programas y servicios que se instalan o
contratan y las condiciones de las mismas. Saber la utilidad y contenido
de las mismas, para así intuir los riesgos que se asumen. Si los
mayores lo desconocen, siempre pueden preguntar a otros que entiendan
más de tecnología o en tiendas. También es importante conocer si hay
posibles costes añadidos en las aplicaciones, juegos, etc.
- Cuanto
menor es el nuevo usuario, mayor supervisión, acompañamiento y
concienciación necesitará del uso que hace del smartphone, tablet,
ordenador, consola, cámara... de para qué lo usa, con quién, qué
información se intercambia... Un buen criterio para que el menor sepa si
usa esa tecnología de forma adecuada o no es que si lo viera una prima o
tía suya de 25 años, no le preocupara.
- En el caso de los
más pequeños, los padres pueden instalar programas que filtren el acceso
a webs y contenido inapropiado o peligroso, así como que faciliten el
control parental. También es recomendable dejarse asesorar por los
profesionales de centros educativos y por los agentes de la Policía
Nacional que imparten formación sobre seguridad en cerca de 6.000
colegios de toda España. En caso de duda o necesidad, el menor debería
tener adultos de confianza a los que consultar (entorno familiar o
escolar) y, en caso serio, siempre se puede contactar con los agentes de
la Policía, en cualquier comisaría, en alguna de las charlas en centros
docentes, en el 091 o a través de las redes sociales, donde agentes
especializados de la Policía le atenderán.
- Si es aún es muy
pequeño, el nuevo usuario debe asumir que sus tutores tengan acceso
global al contenido y uso del móvil, tablet u ordenador. Además, se ha
de procurar que lo usen en espacios públicos o abiertos de la casa,
fácilmente accesibles a los mayores, que deben supervisar o acompañar de
forma continuada a los niños e ir cediendo libertad o intimidad según
se va creciendo y adquiriendo responsabilidad y consciencia de los
riesgos.
- El menor debe conocer no sólo los riesgos que puede
encontrarse -y debe evitar- al utilizar su nuevo equipo, sino también
asumir que debe ser responsable y respetuoso al relacionarse con el
resto, así como en la convivencia con sus conocidos... (si es aún
pequeño, sólo debería interrelacionarse con estos). Cualquier ataque,
humillación, chantaje o broma muy pesada -el llamado ciberacoso- a otra
persona es intolerable y puede llegar a ser delito.
- Es muy
importante acordar y razonar con el menor unas normas racionales y
respetuosas hacia todos sobre hacer fotos y vídeos, compartir con otras
personas sus imágenes y, por supuesto, la no distribución de aquellas
que sean de otros sin su autorización o que puedan perjudicar
irreversiblemente la imagen de cualquiera. No solo explicar que se puede
incurrir en DELITO (como con el sexting), sino la importancia del
RESPETO al resto (no hagas a los demás lo que no te gustaría sufrir).
- Transmitir
a los niños cuando empiezan a usar los móviles y las aplicaciones de
mensajería (el whatsapp), redes sociales y correo que no lo usen para
guardar, compartir o reenviar comentarios o imágenes perjudiciales,
ofensivos hacia otras personase incluso, delictivos.
- Al
menor debemos alertarle sobre los riesgos de fraude o condiciones que se
asumen -de forma consciente o no- al facilitar sus datos a personas o
compañías, contratar servicios y comprar online, así como enseñarle las
pautas de seguridad fundamentales en el comercio electrónico, ya sea con
empresas o entre particulares. También debemos alertarle del malware
(virus, troyanos) y spam que se encontrará en la navegación y de las
técnicas de ingeniería social existentes para engañar al internauta.
Los agentes del Grupo de Redes Sociales advierten de la importancia
de marcar desde el primer día normas de utilización de los distintos
aparatos tecnológicos conjuntamente con los niños, así como acompañarles
en la configuración inicial de estos y de los perfiles, programas o
aplicaciones que se instalen.
De igual forma, los
responsables del Participación Ciudadana de la Policía recuerdan que
entre las pautas de seguridad básicas está supervisar qué programas,
webs y redes sociales utilizan los más pequeños, cómo y con quién,
conocer su funcionamiento, riesgos y posibilidades. En el último año, el
buen uso de la cámara del móvil y del contenido que se comparte vía
whatsapp son dos puntos cruciales en la seguridad de los menores.
Recomendaciones para un uso seguro de la tecnología por menores:
- Conciencia
a tus hijos de que el nuevo gadget es un regalo, pero no es ningún
juguete. Tanto los padres como los hijos deben conocer no sólo cómo
funciona y sus muchas posibilidades sino los riesgos de un mal uso,
sobre todo, para la seguridad. Es recomendable que ese proceso de
aprendizaje o descubrimiento se haga conjuntamente, simultáneo, padres e
hijos.
- El menor debería tener claro dónde, cómo y cuándo
puede -o es oportuno- utilizar su nuevo equipo y protegerlo de posibles
extravíos y accesos indeseados. Si lo va a llevar consigo fuera de la
vivienda, dependerá de su edad, circunstancias del momento o compañía
adulta, entorno... Además, es recomendable que el adulto guarde la
factura y los datos identificativos del aparato y bloquear su uso con
una clave que solo deberían conocer él... y sus tutores, que le acompañe
en su introducción a la tecnología.
- Es importante que desde
el principio se acuerden entre ambas partes (menores/adultos) unas
normas de uso, en base a unos criterios de seguridad y racionalidad (que
sea adecuado por el entorno y el saber estar) que, cuanto más mayores
sean, más se razonarán y consensuarán con ellos, con mayor libertad e
intimidad. Cada cosa en su momento o a una edad...
- Los
adultos deberían saber y elegir las distintas opciones de la operadora,
así como las aplicaciones, programas y servicios que se instalan o
contratan y las condiciones de las mismas. Saber la utilidad y contenido
de las mismas, para así intuir los riesgos que se asumen. Si los
mayores lo desconocen, siempre pueden preguntar a otros que entiendan
más de tecnología o en tiendas. También es importante conocer si hay
posibles costes añadidos en las aplicaciones, juegos, etc.
- Cuanto
menor es el nuevo usuario, mayor supervisión, acompañamiento y
concienciación necesitará del uso que hace del smartphone, tablet,
ordenador, consola, cámara... de para qué lo usa, con quién, qué
información se intercambia... Un buen criterio para que el menor sepa si
usa esa tecnología de forma adecuada o no es que si lo viera una prima o
tía suya de 25 años, no le preocupara.
- En el caso de los
más pequeños, los padres pueden instalar programas que filtren el acceso
a webs y contenido inapropiado o peligroso, así como que faciliten el
control parental. También es recomendable dejarse asesorar por los
profesionales de centros educativos y por los agentes de la Policía
Nacional que imparten formación sobre seguridad en cerca de 6.000
colegios de toda España. En caso de duda o necesidad, el menor debería
tener adultos de confianza a los que consultar (entorno familiar o
escolar) y, en caso serio, siempre se puede contactar con los agentes de
la Policía, en cualquier comisaría, en alguna de las charlas en centros
docentes, en el 091 o a través de las redes sociales, donde agentes
especializados de la Policía le atenderán.
- Si es aún es muy
pequeño, el nuevo usuario debe asumir que sus tutores tengan acceso
global al contenido y uso del móvil, tablet u ordenador. Además, se ha
de procurar que lo usen en espacios públicos o abiertos de la casa,
fácilmente accesibles a los mayores, que deben supervisar o acompañar de
forma continuada a los niños e ir cediendo libertad o intimidad según
se va creciendo y adquiriendo responsabilidad y consciencia de los
riesgos.
- El menor debe conocer no sólo los riesgos que puede
encontrarse -y debe evitar- al utilizar su nuevo equipo, sino también
asumir que debe ser responsable y respetuoso al relacionarse con el
resto, así como en la convivencia con sus conocidos... (si es aún
pequeño, sólo debería interrelacionarse con estos). Cualquier ataque,
humillación, chantaje o broma muy pesada -el llamado ciberacoso- a otra
persona es intolerable y puede llegar a ser delito.
- Es muy
importante acordar y razonar con el menor unas normas racionales y
respetuosas hacia todos sobre hacer fotos y vídeos, compartir con otras
personas sus imágenes y, por supuesto, la no distribución de aquellas
que sean de otros sin su autorización o que puedan perjudicar
irreversiblemente la imagen de cualquiera. No solo explicar que se puede
incurrir en DELITO (como con el sexting), sino la importancia del
RESPETO al resto (no hagas a los demás lo que no te gustaría sufrir).
- Transmitir
a los niños cuando empiezan a usar los móviles y las aplicaciones de
mensajería (el whatsapp), redes sociales y correo que no lo usen para
guardar, compartir o reenviar comentarios o imágenes perjudiciales,
ofensivos hacia otras personase incluso, delictivos.
- Al
menor debemos alertarle sobre los riesgos de fraude o condiciones que se
asumen -de forma consciente o no- al facilitar sus datos a personas o
compañías, contratar servicios y comprar online, así como enseñarle las
pautas de seguridad fundamentales en el comercio electrónico, ya sea con
empresas o entre particulares. También debemos alertarle del malware
(virus, troyanos) y spam que se encontrará en la navegación y de las
técnicas de ingeniería social existentes para engañar al internauta.



















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