¡Calla Mujer!
Corría el Siglo XVIII en la España de Carlos III cuando uno de sus
ministros más pródigos, Leopoldo de Gregorio conocido como el marqués de
Esquilache dictaminó una orden en pro de la seguridad ciudadana. Este
proyecto proponía la sustitución de las arraigadas capas largas y los
chambergos -enormes sombreros de ala ancha- por capas cortas y el
sombrero de tres picos o tricornio. Aquellas larguísimas capas permitían
un encubrimiento perfecto, bajo el cual podía ocultarse cualquier arma y
que, asimismo, el sombrero de ala ancha “vertía sombra impenetrable
sobre el rostro“, por lo que capa y sombrero servían para cometer toda
clase de impunes fechorías.
En la España del Siglo XXI transcurridos 247 años desde Esquilache, el Parlamento Catalán quiere prohibir el Burka y la Niqab en espacios público tal y como ya hizo nuestro país vecino,
cuya población musulmana asciende aproximadamente a 6.000.000, un 10%
del total. La ley musulmana obliga a las mujeres a usar burka en todo
momento para ocultar su belleza y evitar excitar a los hombres. Si una
mujer es agredida sexualmente mientras no lleva el burka, es culpable
por provocar a los hombres. Frente a esta realidad algunas asociaciones
de vecinos, CCOO e incluso asociaciones de mujeres esgrimen el argumento
de que dicha propuesta atenta contra la libertad religiosa e incluso
que excluye y aísla a las mujeres que usan burka. Claro!! digo yo!! ¿las
aísla nuestro estado de derecho?, pero no sus maridos que las oprimen,
anulan e infravaloran, utilizando la sharia o ley islámica como excusa.
Lo más vergonzoso es la permisividad de una supuesta sociedad avanzada y
evolucionada, el cinismo y el gobierno de lo políticamente correcto que
nos hace apoyar con argumentos estúpidos, involuciones y acciones
anacrónicas. ¿Donde están las voces del feminismo? ¿ Y los defensores
del progresismo de salón?
No seré yo quien defienda que tras
siglos de evolución, multitud de luchas e infinidad de pequeñas y
grandes conquistas sociales, que han ido mejorando la calidad de vida de
los ciudadanos y ciudadanas de las sociedades occidentales, propiciando
igualdad, equidad y libertad, vayamos cediendo y socavando nuestros
valores por miedo a las represarías o falsas acusaciones de racismo,
xenofobia o discriminación social, no todo vale!! NO EN MI OPINIÓN.
Debemos
hacer uso de las herramientas básicas que el estado de derecho
establece para defender nuestra seguridad, nuestros valores, nuestras
costumbres, nuestra historia y los avances sociales, bajo el paraguas de
la libertad religiosa no podemos permitir que en una sociedad avanzada
como la que representa España se de cobijo a este tipo de acciones mas
propias de la edad media.
PARA QUE TRIUNFE EL MAL, SÓLO ES NECESARIO QUE LOS BUENOS NO HAGAN NADA. Burke, Edmund
José María Serna
@josemariaserna
Corría el Siglo XVIII en la España de Carlos III cuando uno de sus
ministros más pródigos, Leopoldo de Gregorio conocido como el marqués de
Esquilache dictaminó una orden en pro de la seguridad ciudadana. Este
proyecto proponía la sustitución de las arraigadas capas largas y los
chambergos -enormes sombreros de ala ancha- por capas cortas y el
sombrero de tres picos o tricornio. Aquellas larguísimas capas permitían
un encubrimiento perfecto, bajo el cual podía ocultarse cualquier arma y
que, asimismo, el sombrero de ala ancha “vertía sombra impenetrable
sobre el rostro“, por lo que capa y sombrero servían para cometer toda
clase de impunes fechorías.
En la España del Siglo XXI transcurridos 247 años desde Esquilache, el Parlamento Catalán quiere prohibir el Burka y la Niqab en espacios público tal y como ya hizo nuestro país vecino,
cuya población musulmana asciende aproximadamente a 6.000.000, un 10%
del total. La ley musulmana obliga a las mujeres a usar burka en todo
momento para ocultar su belleza y evitar excitar a los hombres. Si una
mujer es agredida sexualmente mientras no lleva el burka, es culpable
por provocar a los hombres. Frente a esta realidad algunas asociaciones
de vecinos, CCOO e incluso asociaciones de mujeres esgrimen el argumento
de que dicha propuesta atenta contra la libertad religiosa e incluso
que excluye y aísla a las mujeres que usan burka. Claro!! digo yo!! ¿las
aísla nuestro estado de derecho?, pero no sus maridos que las oprimen,
anulan e infravaloran, utilizando la sharia o ley islámica como excusa.
Lo más vergonzoso es la permisividad de una supuesta sociedad avanzada y
evolucionada, el cinismo y el gobierno de lo políticamente correcto que
nos hace apoyar con argumentos estúpidos, involuciones y acciones
anacrónicas. ¿Donde están las voces del feminismo? ¿ Y los defensores
del progresismo de salón?
No seré yo quien defienda que tras
siglos de evolución, multitud de luchas e infinidad de pequeñas y
grandes conquistas sociales, que han ido mejorando la calidad de vida de
los ciudadanos y ciudadanas de las sociedades occidentales, propiciando
igualdad, equidad y libertad, vayamos cediendo y socavando nuestros
valores por miedo a las represarías o falsas acusaciones de racismo,
xenofobia o discriminación social, no todo vale!! NO EN MI OPINIÓN.
Debemos
hacer uso de las herramientas básicas que el estado de derecho
establece para defender nuestra seguridad, nuestros valores, nuestras
costumbres, nuestra historia y los avances sociales, bajo el paraguas de
la libertad religiosa no podemos permitir que en una sociedad avanzada
como la que representa España se de cobijo a este tipo de acciones mas
propias de la edad media.
PARA QUE TRIUNFE EL MAL, SÓLO ES NECESARIO QUE LOS BUENOS NO HAGAN NADA. Burke, Edmund
José María Serna
@josemariaserna
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