Noticias de la Marina Alta
Amadem alerta sobre el impacto del bullying y llama a la implicación de toda la sociedad para prevenirlo
Amadem, la ONG para la Salud Mental de la Marina Alta, ha lanzado un mensaje de alerta y concienciación sobre el bullying o acoso escolar. La psicóloga de la entidad, Luisina Daives, señala que se trata de una problemática que “afecta profundamente al bienestar emocional y social de niños, niñas y adolescentes y puede tener consecuencias devastadoras si no se actúa a tiempo”.
Daives explica que el bullying es una conducta repetitiva que altera la convivencia tanto dentro como fuera del entorno educativo y que se caracteriza por tres elementos fundamentales: agresividad, desequilibrio de poder y repetición.
La especialista detalla que existen diversas formas de acoso: El físico, que incluye agresiones, empujones, golpes o daños a las pertenencias de la víctima. Verbal que se produce mediante insultos, burlas o amenazas. Social o relacional cuando se busca dañar la reputación o las relaciones de una persona, por ejemplo, difundiendo rumores o fomentando su exclusión. Cibernético o cyberbullying, una forma cada vez más extendida, que ocurre a través de redes sociales, mensajería o plataformas digitales. “Este tipo de acoso puede ser anónimo y muy difícil de detectar o eliminar”, advierte la psicóloga.
Daives también destaca la importancia de reconocer los signos de alerta que pueden indicar que un menor está siendo víctima de acoso: baja autoestima, dolores físicos recurrentes, miedo a ir a la escuela, bajo rendimiento académico, comportamientos autodestructivos, lesiones inexplicables, aislamiento social o pérdida de amigos. “Como personas adultas debemos estar atentos y ser conscientes de lo que ocurre. Muchos niños y niñas no pueden expresar lo que les pasa, y nuestra responsabilidad es detectar esas señales”, subraya Daives.
La profesional recuerda que el acoso sostenido en el tiempo puede derivar en graves consecuencias emocionales, incluyendo casos de suicidio en menores, como lamentablemente ha sucedido recientemente en España.
Por ello, desde Amadem hacen un llamamiento a toda la comunidad educativa, a las familias y a la sociedad en general para asumir un papel activo en la educación en valores y el respeto mutuo. “Cada persona puede aportar su granito de arena para construir entornos más seguros y empáticos. La prevención del bullying empieza con la responsabilidad colectiva”, concluye Daives.
Amadem, la ONG para la Salud Mental de la Marina Alta, ha lanzado un mensaje de alerta y concienciación sobre el bullying o acoso escolar. La psicóloga de la entidad, Luisina Daives, señala que se trata de una problemática que “afecta profundamente al bienestar emocional y social de niños, niñas y adolescentes y puede tener consecuencias devastadoras si no se actúa a tiempo”.
Daives explica que el bullying es una conducta repetitiva que altera la convivencia tanto dentro como fuera del entorno educativo y que se caracteriza por tres elementos fundamentales: agresividad, desequilibrio de poder y repetición.
La especialista detalla que existen diversas formas de acoso: El físico, que incluye agresiones, empujones, golpes o daños a las pertenencias de la víctima. Verbal que se produce mediante insultos, burlas o amenazas. Social o relacional cuando se busca dañar la reputación o las relaciones de una persona, por ejemplo, difundiendo rumores o fomentando su exclusión. Cibernético o cyberbullying, una forma cada vez más extendida, que ocurre a través de redes sociales, mensajería o plataformas digitales. “Este tipo de acoso puede ser anónimo y muy difícil de detectar o eliminar”, advierte la psicóloga.
Daives también destaca la importancia de reconocer los signos de alerta que pueden indicar que un menor está siendo víctima de acoso: baja autoestima, dolores físicos recurrentes, miedo a ir a la escuela, bajo rendimiento académico, comportamientos autodestructivos, lesiones inexplicables, aislamiento social o pérdida de amigos. “Como personas adultas debemos estar atentos y ser conscientes de lo que ocurre. Muchos niños y niñas no pueden expresar lo que les pasa, y nuestra responsabilidad es detectar esas señales”, subraya Daives.
La profesional recuerda que el acoso sostenido en el tiempo puede derivar en graves consecuencias emocionales, incluyendo casos de suicidio en menores, como lamentablemente ha sucedido recientemente en España.
Por ello, desde Amadem hacen un llamamiento a toda la comunidad educativa, a las familias y a la sociedad en general para asumir un papel activo en la educación en valores y el respeto mutuo. “Cada persona puede aportar su granito de arena para construir entornos más seguros y empáticos. La prevención del bullying empieza con la responsabilidad colectiva”, concluye Daives.
















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