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Calp cierra de forma definitiva los aseos públicos del Parque de Garrofers y del Parc de la Creativitat
La medida se adopta tras los continuos actos vandálicos que han causado desperfectos por más de 10.000 euros
El Ayuntamiento de Calp ha anunciado el cierre definitivo de los aseos públicos situados en el Parque de Garrofers y en el Parc de la Creativitat, una decisión motivada por los reiterados actos vandálicos que han sufrido ambas instalaciones municipales durante los últimos meses.
Los desperfectos registrados incluyen puertas arrancadas, sanitarios rotos y la destrucción de equipamientos adaptados para personas con discapacidad, según han detallado fuentes municipales. En algunos casos, los daños se han producido incluso pese a la presencia de cámaras de vigilancia, lo que ha dificultado la detección inmediata de los responsables.
El coste acumulado de las reparaciones supera los 10.000 euros, una cifra que el consistorio considera “insostenible” para unas instalaciones que, en palabras de los responsables municipales, “han sido objeto de un deterioro continuado y de una falta de respeto hacia el mobiliario urbano que pertenece a todos los ciudadanos”.
Desde el Ayuntamiento se ha lamentado tener que adoptar una medida de este tipo, pero se subraya que la seguridad, el mantenimiento y la responsabilidad en el uso de los espacios públicos son prioridades esenciales para garantizar su disfrute por parte del conjunto de la ciudadanía.
El consistorio ha recordado, además, que estos actos no solo implican un gasto económico elevado, sino que repercuten directamente en el bienestar de los vecinos y visitantes, al limitar los servicios públicos disponibles en zonas muy frecuentadas del municipio.

El Ayuntamiento de Calp ha anunciado el cierre definitivo de los aseos públicos situados en el Parque de Garrofers y en el Parc de la Creativitat, una decisión motivada por los reiterados actos vandálicos que han sufrido ambas instalaciones municipales durante los últimos meses.
Los desperfectos registrados incluyen puertas arrancadas, sanitarios rotos y la destrucción de equipamientos adaptados para personas con discapacidad, según han detallado fuentes municipales. En algunos casos, los daños se han producido incluso pese a la presencia de cámaras de vigilancia, lo que ha dificultado la detección inmediata de los responsables.
El coste acumulado de las reparaciones supera los 10.000 euros, una cifra que el consistorio considera “insostenible” para unas instalaciones que, en palabras de los responsables municipales, “han sido objeto de un deterioro continuado y de una falta de respeto hacia el mobiliario urbano que pertenece a todos los ciudadanos”.
Desde el Ayuntamiento se ha lamentado tener que adoptar una medida de este tipo, pero se subraya que la seguridad, el mantenimiento y la responsabilidad en el uso de los espacios públicos son prioridades esenciales para garantizar su disfrute por parte del conjunto de la ciudadanía.
El consistorio ha recordado, además, que estos actos no solo implican un gasto económico elevado, sino que repercuten directamente en el bienestar de los vecinos y visitantes, al limitar los servicios públicos disponibles en zonas muy frecuentadas del municipio.
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