Artículo de opinión política
La Posidonia no es basura: El verdadero escudo de nuestras playas
Tras el reciente temporal de Levante, nuestras costas valencianas han vuelto a llenarse de Posidonia. Las quejas de algunos, que la tachan de "basura" o problema para el turismo, revelan un profundo desconocimiento. Es hora de desmentir esos mitos: lo que vemos como un inconveniente es, en realidad, la garantía de nuestro futuro costero.
![[Img #19157]](https://calpdigital.es/upload/images/07_2025/5141_pedro-moll-concejal-calp.jpg)
Es cierto que la acumulación de Posidonia puede no ser la imagen de postal que algunos esperan. Sin embargo, esta biomasa vegetal no es un residuo; es un regalo del mar. Cada hoja que el oleaje deposita es una prueba de la salud de nuestras aguas y, sobre todo, una defensa natural insustituible.
El escudo contra la erosión y la salud de nuestro mar
Las capas de Posidonia actúan como un dique natural, amortiguando la energía de las olas y evitando que nuestra preciada arena sea arrastrada. Sin esta barrera, nuestras playas serían mucho más vulnerables a la erosión, especialmente ante los fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes. La playa "limpia" de hoy, sin Posidonia, podría ser la playa desaparecida de mañana.
![[Img #19155]](https://calpdigital.es/upload/images/07_2025/4500_posidonia2.jpg)
La idea de que la Posidonia es un foco de insalubridad o un "nido de mosquitos y cucarachas" es una falacia. Las hojas secas, si se gestionan adecuadamente, no suponen un riesgo. De hecho, su presencia es un indicador de la calidad del agua: la Posidonia solo prospera en aguas limpias y bien oxigenadas, las mismas que atraen a turistas y residentes. Además, estas praderas submarinas son los pulmones del Mediterráneo, esenciales para la biodiversidad y responsables de las aguas cristalinas por las que es famosa la Comunitat Valenciana.
Educación y responsabilidad
Es fundamental que invirtamos en educación ambiental para que tanto residentes como visitantes comprendan el valor incalculable de la Posidonia. Debemos cambiar la percepción de "basura" por la de "tesoro natural". Las molestias puntuales de una Posidonia arrastrada por un temporal son un pequeño precio a pagar por la protección a largo plazo de nuestras costas y la salud de nuestro mar.
![[Img #19156]](https://calpdigital.es/upload/images/07_2025/37_posidonia3.jpg)
La Posidonia no es el problema; es la solución. Es la mejor aliada de nuestras playas, nuestra biodiversidad y, en última instancia, del turismo sostenible que queremos para la Comunitat Valenciana. Protegerla es proteger nuestro propio futuro.
Pedro Moll Leuchter
Licenciado en Ciencias ambientales y concejal de Medio ambiente y playas

Tras el reciente temporal de Levante, nuestras costas valencianas han vuelto a llenarse de Posidonia. Las quejas de algunos, que la tachan de "basura" o problema para el turismo, revelan un profundo desconocimiento. Es hora de desmentir esos mitos: lo que vemos como un inconveniente es, en realidad, la garantía de nuestro futuro costero.
Es cierto que la acumulación de Posidonia puede no ser la imagen de postal que algunos esperan. Sin embargo, esta biomasa vegetal no es un residuo; es un regalo del mar. Cada hoja que el oleaje deposita es una prueba de la salud de nuestras aguas y, sobre todo, una defensa natural insustituible.
El escudo contra la erosión y la salud de nuestro mar
Las capas de Posidonia actúan como un dique natural, amortiguando la energía de las olas y evitando que nuestra preciada arena sea arrastrada. Sin esta barrera, nuestras playas serían mucho más vulnerables a la erosión, especialmente ante los fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes. La playa "limpia" de hoy, sin Posidonia, podría ser la playa desaparecida de mañana.
La idea de que la Posidonia es un foco de insalubridad o un "nido de mosquitos y cucarachas" es una falacia. Las hojas secas, si se gestionan adecuadamente, no suponen un riesgo. De hecho, su presencia es un indicador de la calidad del agua: la Posidonia solo prospera en aguas limpias y bien oxigenadas, las mismas que atraen a turistas y residentes. Además, estas praderas submarinas son los pulmones del Mediterráneo, esenciales para la biodiversidad y responsables de las aguas cristalinas por las que es famosa la Comunitat Valenciana.
Educación y responsabilidad
Es fundamental que invirtamos en educación ambiental para que tanto residentes como visitantes comprendan el valor incalculable de la Posidonia. Debemos cambiar la percepción de "basura" por la de "tesoro natural". Las molestias puntuales de una Posidonia arrastrada por un temporal son un pequeño precio a pagar por la protección a largo plazo de nuestras costas y la salud de nuestro mar.
La Posidonia no es el problema; es la solución. Es la mejor aliada de nuestras playas, nuestra biodiversidad y, en última instancia, del turismo sostenible que queremos para la Comunitat Valenciana. Protegerla es proteger nuestro propio futuro.
Pedro Moll Leuchter
Licenciado en Ciencias ambientales y concejal de Medio ambiente y playas
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