Artículo de opinión de Calp - Columna 'Los lunes negros'
Vecino, el relato ha cambiado. Pero la factura la pagas tú.
Artículo de opinión ciudadana por Francisco Ramón Perona García, jurista y vecino de Calp
Sin dramatismo. Sin rencor. Solo con una pregunta legítima:
¿Por qué pagamos tanto, tan de golpe, tan en silencio?
El artículo se leyó.
Se compartió.
Y el Ayuntamiento reaccionó.
Hoy sabemos que el gobierno local ha reconocido la existencia de errores, ha admitido que el reparto era injusto, y ha anunciado que se revisará la tasa.
Quienes antes defendían el modelo sin matices, ahora se esfuerzan en matizarlo.
El relato ha cambiado.
Pero el dinero no ha vuelto.
No auditan: reparten.
No calculan: improvisan.
No escuchan: esperan.
Cuando alguien reconoce un error, pero mantiene las consecuencias,
no está pidiendo perdón: está administrando el silencio.
La tasa sigue en vigor.
El sistema no ha sido auditado.
Los recibos no han sido revisados.
No se ha devuelto nada.
Y nadie ha asumido responsabilidad técnica ni política.
La historia no se escribe con excusas.
Se escribe con actos.
Y cuando un poder se equivoca,
lo que se espera no es propaganda.
Es reparación.
Y en cuestión de 72 horas, el mismo consistorio ha anunciado una batería de inversiones. Un paquete de 1,7 millones de euros:viales, iluminación LED, gimnasio al aire libre, zonas valladas para mascotas, escultura nueva…
Y eso ya no es técnica.
Eso es política.
Y cálculo.
Suben el impuesto: bajan la memoria.
Corrigen la norma: ignoran la consecuencia.
Reconocen el error: niegan la devolución.
Porque cuando un poder cobra de más
y no devuelve lo que cobró mal,
no gestiona: administra el abuso.
Esto no es indignación.
Hoy no se discute que se reforme.
Hoy se exige que se repare.
Porque cuando el poder se equivoca y no lo admite, duele.
Pero cuando lo admite y no devuelve nada, entonces la herida ya no es contable.
Es moral.
El pueblo habló.
El poder reaccionó.
Pero el dinero no volvió.
No rectifican: reformulan.
No devuelven: distraen.
Y cuando el poder confiesa… pero no compensa,
no rectifica: perpetra.
Roma no escribía para convencer.
Roma escribía para que no se repitiera.
Hoy, escribo por eso.
![[Img #18606]](https://calpdigital.es/upload/images/05_2025/5131_fran-perona.jpg)
Francisco Ramón Perona García (@fran_rpg)
Jurista. Ciudadano. Incómodo.

Sin dramatismo. Sin rencor. Solo con una pregunta legítima:
¿Por qué pagamos tanto, tan de golpe, tan en silencio?
El artículo se leyó.
Se compartió.
Y el Ayuntamiento reaccionó.
Hoy sabemos que el gobierno local ha reconocido la existencia de errores, ha admitido que el reparto era injusto, y ha anunciado que se revisará la tasa.
Quienes antes defendían el modelo sin matices, ahora se esfuerzan en matizarlo.
El relato ha cambiado.
Pero el dinero no ha vuelto.
No auditan: reparten.
No calculan: improvisan.
No escuchan: esperan.
Cuando alguien reconoce un error, pero mantiene las consecuencias,
no está pidiendo perdón: está administrando el silencio.
La tasa sigue en vigor.
El sistema no ha sido auditado.
Los recibos no han sido revisados.
No se ha devuelto nada.
Y nadie ha asumido responsabilidad técnica ni política.
La historia no se escribe con excusas.
Se escribe con actos.
Y cuando un poder se equivoca,
lo que se espera no es propaganda.
Es reparación.
Y en cuestión de 72 horas, el mismo consistorio ha anunciado una batería de inversiones. Un paquete de 1,7 millones de euros:viales, iluminación LED, gimnasio al aire libre, zonas valladas para mascotas, escultura nueva…
Y eso ya no es técnica.
Eso es política.
Y cálculo.
Suben el impuesto: bajan la memoria.
Corrigen la norma: ignoran la consecuencia.
Reconocen el error: niegan la devolución.
Porque cuando un poder cobra de más
y no devuelve lo que cobró mal,
no gestiona: administra el abuso.
Esto no es indignación.
Hoy no se discute que se reforme.
Hoy se exige que se repare.
Porque cuando el poder se equivoca y no lo admite, duele.
Pero cuando lo admite y no devuelve nada, entonces la herida ya no es contable.
Es moral.
El pueblo habló.
El poder reaccionó.
Pero el dinero no volvió.
No rectifican: reformulan.
No devuelven: distraen.
Y cuando el poder confiesa… pero no compensa,
no rectifica: perpetra.
Roma no escribía para convencer.
Roma escribía para que no se repitiera.
Hoy, escribo por eso.
Francisco Ramón Perona García (@fran_rpg)
Jurista. Ciudadano. Incómodo.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.26