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El jefe de la Policía Local de Calp detalla la respuesta ante el apagón nacional: “Fue una situación de máxima coordinación”
Juan Sánchez destaca la actuación humanitaria, la activación del CECOPAL y la emisión informativa por radio como claves durante la emergencia
El intendente jefe de la Policía Local de Calp, Juan Sánchez, ha relatado en una entrevista a Calp Digital los momentos vividos el pasado día del apagón general que afectó a todo el territorio nacional. Desde una primera reacción de sorpresa en el retén policial hasta la constitución del CECOPAL y el despliegue de medios para atender a la ciudadanía, la Policía Local articuló una respuesta basada en la improvisación, la experiencia y la colaboración institucional.
El apagón nacional del pasado lunes provocó una respuesta inmediata por parte de la Policía Local de Calp, que, como el resto de cuerpos de seguridad del país, se enfrentó a una situación inesperada y sin precedentes recientes. El intendente jefe del cuerpo, Juan Sánchez, ha compartido con Calp Digital su visión detallada de cómo se desarrollaron los acontecimientos desde el primer momento y cómo, a pesar de la falta de un protocolo específico, se logró articular una respuesta eficaz basada en la experiencia operativa, la coordinación y el compromiso del equipo.
“Lo primero que pensamos es que habían saltado los plomos del retén”, relató Sánchez, explicando que inicialmente no se percibió la gravedad del corte eléctrico. Fue al comprobar que el Ayuntamiento también estaba sin luz cuando se entendió que el apagón afectaba a todo el municipio. A pesar de ello, en un primer momento se minimizó su alcance, dado que coincidía con el cambio de turno del personal, que abandonó el servicio con naturalidad, sin haber podido completar trámites como el fichaje o la redacción de partes.
Sin embargo, conforme llegaba información a través de internet —que seguía operativa en algunos dispositivos—, se comenzó a vislumbrar la dimensión real de la situación. “Ahí empiezas a preocuparte”, señaló Sánchez.
En paralelo, también se establecieron controles estratégicos en puntos vulnerables. Uno de ellos fue la intersección entre la avenida Diputación y la avenida Generalitat Valenciana, conocida como el cruce del Mercadona o “Cuatro Caminos”. La decisión de cortar el tráfico en esta zona se tomó incluso antes de que fuera ordenada, gracias a la experiencia previa del cuerpo ante fallos en los semáforos. “Mi plantilla sabe cómo actuar aún sin indicarlo, es muy profesional”, remarcó Sánchez.
A pesar de haberse retirado a casa cerca de las 14:30 horas, el responsable policial se mantuvo alerta, sin poder descansar, siguiendo la evolución de los acontecimientos por canales digitales. Fue entonces cuando decidió anticiparse y preparar una posible respuesta más estructurada.
Una de las decisiones clave fue mantener activas las transmisiones policiales y tomar el control del operativo antes de que la situación se agravara. Las evidencias de que el apagón podría prolongarse motivaron un esfuerzo por recuperar el suministro eléctrico básico mediante la puesta en marcha de un generador que, a pesar de llevar dos años sin mantenimiento, logró funcionar con la ayuda de las brigadas municipales. “Nos dimos cuenta de que teníamos gasolina suficiente para hacerlo funcionar y eso fue vital”, afirmó.
A las 16:45 horas, ya confirmada la magnitud del apagón a nivel nacional, se constituyó oficialmente el CECOPAL, el Centro de Coordinación Operativa Local. En la reunión participaron representantes de Protección Civil y Cruz Roja, y se definieron las líneas de actuación para las horas siguientes. Entre las primeras medidas adoptadas se encontraban la evaluación del combustible disponible, la localización de generadores y la preparación para un escenario más complejo, en el que incluso se contemplaba la requisa de recursos si fuera necesario.
Otro punto clave fue la atención sanitaria. El Centro de Salud de Calp puso en funcionamiento la segunda planta, pero se optó por derivar los casos urgentes al hospital de Dénia ante la posible limitación de recursos. La policía, mientras tanto, ayudaba en tareas logísticas y humanitarias, especialmente en el rescate de personas atrapadas en ascensores, con un total de 17 intervenciones en distintas ubicaciones del municipio.
En mitad del caos, para poder hacer un seguimiento de las informaciones y lanzar un mensaje de tranquilidad a la población, el Intendente Jefe ha desvelado que en el CECOPAL se puso sobre la mesa la idea de mantener activa la radio local y emitir información local por este canal. “Era el único canal seguro para comunicar información veraz y dirigida a la población”, subrayó.
![[Img #18553]](https://calpdigital.es/upload/images/04_2025/471_dron-policia-local-calp-vision-termica-min.jpg)
La vigilancia preventiva se extendió además a zonas comerciales sensibles. Se dio órdenes específicas para reforzar el centro urbano, donde se concentra el mayor valor tejido empresarial y se solicitó a Protección Civil que estableciera presencia frente al propio Ayuntamiento. Paralelamente, se activó la Unidad de Medios Aéreos de Calp (UMAC), equipada con drones y cámaras térmicas, que permitió ampliar el radio de vigilancia sin comprometer la seguridad del personal en tierra.
Una de las mayores preocupaciones del jefe policial era la llegada de la noche, momento especialmente delicado en situaciones de falta de suministro eléctrico. “Sé lo que pasa cuando no hay luz, lo he vivido en otros destinos”, señaló. Por ello, se llegó a prever un refuerzo del personal operativo para aumentar la presencia en la vía pública. Finalmente, esta medida no fue necesaria debido a la recuperación progresiva del suministro y la estabilidad que se mantuvo durante las horas de oscuridad parcial.
Durante toda la jornada, además, los agentes actuaron como puntos móviles de información para una ciudadanía inquieta que se acercaba constantemente a preguntar sobre el origen del corte y su duración estimada. “Debíamos transmitir calma, porque había gente que se despedía como si comenzara una nueva guerra mundial”, comentó el intendente con tono serio pero comprensivo. Frente a ello, el mensaje que se transmitía era claro: tranquilidad y prudencia. La presencia policial en las calles contribuyo a mantener la calma.
“No se trató tanto de incidentes puntuales, sino de una labor de coordinación constante”, explicó Sánchez. Y es que, si bien no se registraron altercados graves ni daños materiales significativos, la tensión del momento y la necesidad de tomar decisiones rápidas y eficaces pusieron a prueba la capacidad operativa del cuerpo.
El intendente jefe quiso poner en valor la implicación de su plantilla: “Estoy muy orgulloso, todos querían ayudar, se ofrecían para volver al servicio o quedarse más allá de su turno”. Una actitud que, según indicó, fue fundamental para gestionar una situación sin precedentes.
Finalmente, Sánchez lanzó una reflexión crítica sobre la vulnerabilidad del sistema actual: “Tenemos teléfonos que nos dicen si hemos comido más o menos, pero no tenemos ni pilas para emergencias”. A su juicio, esta experiencia ha servido para evidenciar la necesidad de fortalecer lo básico y establecer planes de contingencia claros para situaciones como esta, que, aunque inesperadas, pueden repetirse.

El apagón nacional del pasado lunes provocó una respuesta inmediata por parte de la Policía Local de Calp, que, como el resto de cuerpos de seguridad del país, se enfrentó a una situación inesperada y sin precedentes recientes. El intendente jefe del cuerpo, Juan Sánchez, ha compartido con Calp Digital su visión detallada de cómo se desarrollaron los acontecimientos desde el primer momento y cómo, a pesar de la falta de un protocolo específico, se logró articular una respuesta eficaz basada en la experiencia operativa, la coordinación y el compromiso del equipo.
“Lo primero que pensamos es que habían saltado los plomos del retén”, relató Sánchez, explicando que inicialmente no se percibió la gravedad del corte eléctrico. Fue al comprobar que el Ayuntamiento también estaba sin luz cuando se entendió que el apagón afectaba a todo el municipio. A pesar de ello, en un primer momento se minimizó su alcance, dado que coincidía con el cambio de turno del personal, que abandonó el servicio con naturalidad, sin haber podido completar trámites como el fichaje o la redacción de partes.
Sin embargo, conforme llegaba información a través de internet —que seguía operativa en algunos dispositivos—, se comenzó a vislumbrar la dimensión real de la situación. “Ahí empiezas a preocuparte”, señaló Sánchez.
En paralelo, también se establecieron controles estratégicos en puntos vulnerables. Uno de ellos fue la intersección entre la avenida Diputación y la avenida Generalitat Valenciana, conocida como el cruce del Mercadona o “Cuatro Caminos”. La decisión de cortar el tráfico en esta zona se tomó incluso antes de que fuera ordenada, gracias a la experiencia previa del cuerpo ante fallos en los semáforos. “Mi plantilla sabe cómo actuar aún sin indicarlo, es muy profesional”, remarcó Sánchez.
A pesar de haberse retirado a casa cerca de las 14:30 horas, el responsable policial se mantuvo alerta, sin poder descansar, siguiendo la evolución de los acontecimientos por canales digitales. Fue entonces cuando decidió anticiparse y preparar una posible respuesta más estructurada.
Una de las decisiones clave fue mantener activas las transmisiones policiales y tomar el control del operativo antes de que la situación se agravara. Las evidencias de que el apagón podría prolongarse motivaron un esfuerzo por recuperar el suministro eléctrico básico mediante la puesta en marcha de un generador que, a pesar de llevar dos años sin mantenimiento, logró funcionar con la ayuda de las brigadas municipales. “Nos dimos cuenta de que teníamos gasolina suficiente para hacerlo funcionar y eso fue vital”, afirmó.
A las 16:45 horas, ya confirmada la magnitud del apagón a nivel nacional, se constituyó oficialmente el CECOPAL, el Centro de Coordinación Operativa Local. En la reunión participaron representantes de Protección Civil y Cruz Roja, y se definieron las líneas de actuación para las horas siguientes. Entre las primeras medidas adoptadas se encontraban la evaluación del combustible disponible, la localización de generadores y la preparación para un escenario más complejo, en el que incluso se contemplaba la requisa de recursos si fuera necesario.
Otro punto clave fue la atención sanitaria. El Centro de Salud de Calp puso en funcionamiento la segunda planta, pero se optó por derivar los casos urgentes al hospital de Dénia ante la posible limitación de recursos. La policía, mientras tanto, ayudaba en tareas logísticas y humanitarias, especialmente en el rescate de personas atrapadas en ascensores, con un total de 17 intervenciones en distintas ubicaciones del municipio.
En mitad del caos, para poder hacer un seguimiento de las informaciones y lanzar un mensaje de tranquilidad a la población, el Intendente Jefe ha desvelado que en el CECOPAL se puso sobre la mesa la idea de mantener activa la radio local y emitir información local por este canal. “Era el único canal seguro para comunicar información veraz y dirigida a la población”, subrayó.
La vigilancia preventiva se extendió además a zonas comerciales sensibles. Se dio órdenes específicas para reforzar el centro urbano, donde se concentra el mayor valor tejido empresarial y se solicitó a Protección Civil que estableciera presencia frente al propio Ayuntamiento. Paralelamente, se activó la Unidad de Medios Aéreos de Calp (UMAC), equipada con drones y cámaras térmicas, que permitió ampliar el radio de vigilancia sin comprometer la seguridad del personal en tierra.
Una de las mayores preocupaciones del jefe policial era la llegada de la noche, momento especialmente delicado en situaciones de falta de suministro eléctrico. “Sé lo que pasa cuando no hay luz, lo he vivido en otros destinos”, señaló. Por ello, se llegó a prever un refuerzo del personal operativo para aumentar la presencia en la vía pública. Finalmente, esta medida no fue necesaria debido a la recuperación progresiva del suministro y la estabilidad que se mantuvo durante las horas de oscuridad parcial.
Durante toda la jornada, además, los agentes actuaron como puntos móviles de información para una ciudadanía inquieta que se acercaba constantemente a preguntar sobre el origen del corte y su duración estimada. “Debíamos transmitir calma, porque había gente que se despedía como si comenzara una nueva guerra mundial”, comentó el intendente con tono serio pero comprensivo. Frente a ello, el mensaje que se transmitía era claro: tranquilidad y prudencia. La presencia policial en las calles contribuyo a mantener la calma.
“No se trató tanto de incidentes puntuales, sino de una labor de coordinación constante”, explicó Sánchez. Y es que, si bien no se registraron altercados graves ni daños materiales significativos, la tensión del momento y la necesidad de tomar decisiones rápidas y eficaces pusieron a prueba la capacidad operativa del cuerpo.
El intendente jefe quiso poner en valor la implicación de su plantilla: “Estoy muy orgulloso, todos querían ayudar, se ofrecían para volver al servicio o quedarse más allá de su turno”. Una actitud que, según indicó, fue fundamental para gestionar una situación sin precedentes.
Finalmente, Sánchez lanzó una reflexión crítica sobre la vulnerabilidad del sistema actual: “Tenemos teléfonos que nos dicen si hemos comido más o menos, pero no tenemos ni pilas para emergencias”. A su juicio, esta experiencia ha servido para evidenciar la necesidad de fortalecer lo básico y establecer planes de contingencia claros para situaciones como esta, que, aunque inesperadas, pueden repetirse.
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