Amadem alerta sobre el juego compulsivo como una adicción ‘que puede destruir vidas’

La adicción al juego es un problema que afecta cada vez a más personas “con consecuencias devastadoras para la salud mental, la economía y las relaciones personales”. Luisina Davies, psicóloga de Amadem, advierte sobre los peligros del juego compulsivo y la necesidad de buscar ayuda profesional para superarlo.

El trastorno del juego (también conocido como ludopatía) se manifiesta como un impulso incontrolable de apostar, ya sea en plataformas online, casas de juego, bingos o máquinas tragaperras. “El juego puede estimular el sistema de recompensa del cerebro de forma similar a como lo hacen las drogas o el alcohol, generando una adicción”, explica Davies. Esto puede llevar a las personas afectadas a perder todos sus ahorros, endeudarse, engañar a sus seres queridos con el fin de ocultar su dañino trastorno e incluso recurrir al fraude o el robo.

Desde la ONG para la Salud Mental en la Marina Alta, detallan los signos que pueden alertar sobre un problema con el juego compulsivo: Preocupación constante por apostar, la necesidad de jugar con cantidades cada vez mayores de dinero, la incapacidad para controlar o abandonar el juego y el uso del juego como vía de escape ante problemas emocionales. Además, es frecuente la negación del problema, lo que dificulta que la persona afectada busque ayuda.

Davies recalca la importancia de la reflexión y la observación de las propias conductas: “Si una persona se identifica con alguna de estas señales, es fundamental que analice cómo se siente, qué opinan sus familiares y amigos sobre su relación con el juego y, sobre todo, que busque ayuda profesional”, concluye.

En Amadem se brinda apoyo a quienes atraviesan esta situación, ofreciendo información y tratamiento para combatir la adicción al juego y recuperar el control sobre la vida.