María Ferrer, toda una vida de dedicación a la música
Toda una vida dedicada a la música y al fomento de la cultura en su localidad, Calp, le ha reportado el Premio Jaume Pastor i Fluixà, al mérito cultural a María Ferrer Argudo. Ha conseguido darse a conocer en el municipio por su dedicación a la enseñanza de estudios musicales, aunque cuando era más joven todos la conocían por el horno que regentaba su familia.
María Ferrer afirma sentirse "muy contenta de representar a su pueblo", al cual está tan arraigada, puesto que sus predecesores ya vivían en Calp; "llevo toda mi vida aquí y no quiero moverme. No es nuevo para la familia de María Ferrer recibir una condecoración en los Premios Jaume Pastor i Fluixà. Ya su tío Juan Martínez Montaner, “Joan de Pesic”, obtuvo el galardón al mérito ciudadano, a título póstumo. Es a su tío, principalmente, al que le debe su introducción en el mundo de la música.
Tocó sus primeras notas musicales en la banda de música de Calp, a temprana edad. Estudió la formación superior de saxofón, y pronto empezó a impartir clases. Desde hace más de 25 años tiene una escuela de música en Calp que porta su nombre, ha instruido en el conservatorio de Altea y actualmente en el de Benidorm. Además ha publicado dos libros especializados en el aprendizaje del saxofón y participa en la xaranga calpina la Xarlotà. Destaca también su faceta más solidaria con acciones como el concierto benéfico del pasado mes de septiembre en apoyo a la ONG Visió Sense Fronteres o su apoyo a los mayores con alzheimer.
Ferrer habla con orgullo de sus alumnos. Ha formado tanto a niños como a adultos en el mundo de la música y disfruta con ello. No percibe su trabajo como una obligación, sino como un lujo, vivir de lo que la apasiona. Afirma aprender de sus alumnos lecciones de vida cada día, le dan alegría y vitalidad, porque "la música es vida" asegura.
María Ferrer afirma sentirse "muy contenta de representar a su pueblo", al cual está tan arraigada, puesto que sus predecesores ya vivían en Calp; "llevo toda mi vida aquí y no quiero moverme. No es nuevo para la familia de María Ferrer recibir una condecoración en los Premios Jaume Pastor i Fluixà. Ya su tío Juan Martínez Montaner, “Joan de Pesic”, obtuvo el galardón al mérito ciudadano, a título póstumo. Es a su tío, principalmente, al que le debe su introducción en el mundo de la música.
Tocó sus primeras notas musicales en la banda de música de Calp, a temprana edad. Estudió la formación superior de saxofón, y pronto empezó a impartir clases. Desde hace más de 25 años tiene una escuela de música en Calp que porta su nombre, ha instruido en el conservatorio de Altea y actualmente en el de Benidorm. Además ha publicado dos libros especializados en el aprendizaje del saxofón y participa en la xaranga calpina la Xarlotà. Destaca también su faceta más solidaria con acciones como el concierto benéfico del pasado mes de septiembre en apoyo a la ONG Visió Sense Fronteres o su apoyo a los mayores con alzheimer.
Ferrer habla con orgullo de sus alumnos. Ha formado tanto a niños como a adultos en el mundo de la música y disfruta con ello. No percibe su trabajo como una obligación, sino como un lujo, vivir de lo que la apasiona. Afirma aprender de sus alumnos lecciones de vida cada día, le dan alegría y vitalidad, porque "la música es vida" asegura.



















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