Salvador Torregrosa, in memorian
El pasado miércoles 23 de Octubre falleció en Gandía D.
Salvador Torregrosa. Posiblemente mucha gente de Calpe, no lo conocía
personalmente, yo he sido una de esas personas que tuvo la suerte de conocerle
y tratarle como a un amigo durante muchos años.
Seguro que la mayoría desconoce que Salvador era el dueño de
los terrenos donde hoy se encuentra nuestra PLAZA MAYOR, desde el primer
momento fue su voluntad que dichos terrenos fueran públicos y en su día firmó
la correspondiente cesión a nuestro Ayuntamiento.
Pero Salvador tenía a Calpe en su corazón, animado por su
familia y muchos amigos, entre ellos un servidor, se lanzó a construir un hotel
de cuatro estrellas, el BAHIA DE CALPE,
le puso ilusión, entusiasmo y como no una fuerte inversión económica que ha
servido, sin duda para contribuir al desarrollo económico de Calpe, aportando
también muchos puestos de trabajo.
Desde el primer día que le conocí sabía que era una persona
excepcional y un empresario de los que dejan huella, su trato con él fue
exquisito, hasta el punto de que terminó siendo uno de mis grandes amigos. Aunque nos separaban algunos años en la
edad, siempre me trató como un amigo, con él uno se sentía
a gusto, puedo asegurar que cualquier sugerencia que le hacía en nombre de mi
pueblo ,siempre encontraba un SI como respuesta.
Calpe le respondió otorgándole la MEDALLA AL MÉRITO TURÍSTICO en el año 2006. Recuerdo que trajo a ese acto a toda su familia y me
dijo : “Javier este reconocimiento ,que agradezco, no lo merezco, en todo caso pertenece a mi mujer
y a mis hijas, sin ellas nada hubiera sido posible”. Su pasión e ilusión por su familia y en
especial sus nietos lo mantuvo hasta el
último suspiro de su vida.
En el tema del Crematorio ( que levantó mucha polémica) le
llamé un día y le dije : “Salvador necesito que me ayudes, el pueblo no quiere un Crematorio donde
está.” Él me contestó que me
tranquilizara, que estaba a mi lado y que lo diera por solucionado, y efectivamente así fue.
Podría enumerar muchas
circunstancias en las que él dejo de lado sus intereses económicos para estar a
lo que más convenía a nuestro pueblo.
Desde pequeño quedó huérfano de padre y tuvo que buscarse la
vida por muchos sitios de España, dejando una huella imborrable allá donde
fuera que pasó.
Un día, no ha ce
mucho que estuve con él en Calpe, ya mayor y un poco enfermo me dijo : “ ¿sabes
Javier que pese a la crisis y que todo en Calpe no me ha salido como
esperaba, sigo teniendo fe en esta tierra y si mejoro construiré un nuevo hotel?
El último día que estuve con él fue el día de su santo, 6 de
agosto en su casa de Gandía. Estaba con el fisio intentando recuperarse de su
debilidad y como siempre rodeado de muchísimos amigos, tomamos una cerveza
juntos y me dijo que seguía con la misma ilusión y que estaba pendiente de ver
si en uno de sus terrenos en Calpe podía construir un nuevo hotel para crear
puestos de trabajo y mejorar la economía
local, Salvador seguía teniendo una visión de futuro, pese a su
enfermedad.
Cuando salí de su casa, sabia que no iba a volverle a ver
con vida. Durante mi vuelta a Calpe no pude más que recordarle y agradecer
haberle conocido, solo me enseñó cosas buenas, de hombres excepcionales como
él siempre lo fue.
Salvador, hoy ya no estás con nosotros, pero tu espíritu y
tus obras seguirán de por vida en Calpe y para mi siempre estarás en mi corazón.
Javier Morató Vives
Ex Alcalde de Calpe
El pasado miércoles 23 de Octubre falleció en Gandía D. Salvador Torregrosa. Posiblemente mucha gente de Calpe, no lo conocía personalmente, yo he sido una de esas personas que tuvo la suerte de conocerle y tratarle como a un amigo durante muchos años.
Seguro que la mayoría desconoce que Salvador era el dueño de los terrenos donde hoy se encuentra nuestra PLAZA MAYOR, desde el primer momento fue su voluntad que dichos terrenos fueran públicos y en su día firmó la correspondiente cesión a nuestro Ayuntamiento.
Pero Salvador tenía a Calpe en su corazón, animado por su familia y muchos amigos, entre ellos un servidor, se lanzó a construir un hotel de cuatro estrellas, el BAHIA DE CALPE, le puso ilusión, entusiasmo y como no una fuerte inversión económica que ha servido, sin duda para contribuir al desarrollo económico de Calpe, aportando también muchos puestos de trabajo.
Desde el primer día que le conocí sabía que era una persona excepcional y un empresario de los que dejan huella, su trato con él fue exquisito, hasta el punto de que terminó siendo uno de mis grandes amigos. Aunque nos separaban algunos años en la edad, siempre me trató como un amigo, con él uno se sentía a gusto, puedo asegurar que cualquier sugerencia que le hacía en nombre de mi pueblo ,siempre encontraba un SI como respuesta.
Calpe le respondió otorgándole la MEDALLA AL MÉRITO TURÍSTICO en el año 2006. Recuerdo que trajo a ese acto a toda su familia y me dijo : “Javier este reconocimiento ,que agradezco, no lo merezco, en todo caso pertenece a mi mujer y a mis hijas, sin ellas nada hubiera sido posible”. Su pasión e ilusión por su familia y en especial sus nietos lo mantuvo hasta el último suspiro de su vida.
En el tema del Crematorio ( que levantó mucha polémica) le llamé un día y le dije : “Salvador necesito que me ayudes, el pueblo no quiere un Crematorio donde está.” Él me contestó que me tranquilizara, que estaba a mi lado y que lo diera por solucionado, y efectivamente así fue.
Podría enumerar muchas circunstancias en las que él dejo de lado sus intereses económicos para estar a lo que más convenía a nuestro pueblo.
Desde pequeño quedó huérfano de padre y tuvo que buscarse la
vida por muchos sitios de España, dejando una huella imborrable allá donde
fuera que pasó.
Un día, no ha ce
mucho que estuve con él en Calpe, ya mayor y un poco enfermo me dijo : “ ¿sabes
Javier que pese a la crisis y que todo en Calpe no me ha salido como
esperaba, sigo teniendo fe en esta tierra y si mejoro construiré un nuevo hotel?
El último día que estuve con él fue el día de su santo, 6 de agosto en su casa de Gandía. Estaba con el fisio intentando recuperarse de su debilidad y como siempre rodeado de muchísimos amigos, tomamos una cerveza juntos y me dijo que seguía con la misma ilusión y que estaba pendiente de ver si en uno de sus terrenos en Calpe podía construir un nuevo hotel para crear puestos de trabajo y mejorar la economía local, Salvador seguía teniendo una visión de futuro, pese a su enfermedad.
Cuando salí de su casa, sabia que no iba a volverle a ver con vida. Durante mi vuelta a Calpe no pude más que recordarle y agradecer haberle conocido, solo me enseñó cosas buenas, de hombres excepcionales como él siempre lo fue.
Salvador, hoy ya no estás con nosotros, pero tu espíritu y tus obras seguirán de por vida en Calpe y para mi siempre estarás en mi corazón.
Javier Morató Vives
Ex Alcalde de Calpe



















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