Sí, se puede (Guardería Silene d'Ifac)

EUPV-Calp felicita a todos los que con su valiente y digna lucha han hecho posible que la guardería Silene d’Ifac continúe siendo un servicio público. Nos enorgullece, asimismo, haber sido  la organización política que desde primera hora hemos acompañado y secundado esa dura batalla de defensa del centro público, con concentraciones, caceroladas, manifestaciones y recogidas de firmas. No escatimamos esfuerzos para impedir que ese centro público, construido con los impuestos ciudadanos, mantuviera su condición de servicio público y pieza garante de la conciliación de la vida familiar y laboral de las mujeres y  hombres de este pueblo. Y nunca dejamos solas, relegadas ni olvidadas a las trabajadoras que con una admirable valentía y dignidad, defendieron sus puestos de trabajo.

Desde el Coordinador Federal de IU, Cayo Lara,  cuya presencia en Calp forzó al gobierno municipal a convocar una mesa de negociación, pasando por la Coordinadora del País Valencià, Marga Sanz, o  los diputados autonómicos Lluis Torró y Esther López Barceló que acudieron una y otra vez a marchar por las calles de Calp en defensa de la educación pública y
en apoyo de las reivindicaciones de las trabajadoras del centro, hasta el último afiliado o simpatizante de esta organización, todos hemos llevado a cabo la defensa de Silene d’Ifac con la convicción profunda de que no se debe permitir que un servicio público se convierta en un negocio que deje sin prestaciones y asistencia a quienes carecen de recursos.  Nuestro
grito ha sido, y sigue siendo,  “Silene No Se Vende,  Se Defiende”.

Pero la satisfacción por la continuidad del carácter público de la escuela infantil se ve empañada por el anuncio de cierre de la radio municipal. Última pieza de un ente al que desde primera hora este gobierno estuvo empeñado en destartalar y eliminar, sin procurar jamás que fuera el medio plural, independiente y veraz que los calpinos se merecían.  La clausura de un medio de comunicación es siempre una mala noticia. Pero en este caso puede además tornarse una noticia escandalosa, si la decisión de aniquilar la radio pública guarda alguna relación con el  beneficio que su desaparición podría reportar a alguna popular emisora vecina,  con vínculos sentimentales con el alcalde.  La radio municipal no precisa, para continuar emitiendo como hasta ahora, más que un pequeño despacho; incluso más pequeño  que cualquiera de los que ha puesto a sus asesores nombrados a dedo, y con sustanciosos sueldos.

Una vez más, hacemos un llamamiento a toda la población  de Calp para que no baje los brazos ni claudique en la defensa de sus derechos. Si no nos escuchan en los despachos, nos tendrán que escuchar en las calles.


ASAMBLEA LOCAL EUPV-CALP