Carta abierta
Un buen ciudadano
¿Quién en Calpe no conoce a BARTOLE MORATO ORTOLA “BARTOLO”?, seguro que una gran mayoría de los ciudadanos de a pie lo conocen y lo han tratado alguna vez en la vida.
Nació en el Puerto de Santa María, hijo de marinero, quien tras su fallecimiento, cuando él todavía era pequeño, junto a su madre y sus hermanos vinieron a vivir a nuestro pueblo, su pueblo.
Creció en la calle San José, centro neurálgico del casco antiguo, y desde allí, su vivir ha sido siempre el entorno del casco antiguo.
Hoy en sus más de sesenta años, su vida se ha visto compensada con su quehacer diario en la Iglesia Parroquial Virgen de las Nieves de nuestro pueblo. Allí ejerce como monaguillo y ayudante de Don Paco, nuestro párroco. Don Paco le dio la oportunidad de servir a nuestra comunidad a través de la Iglesia.
Les puedo asegurar que ejerce con mucha responsabilidad sus quehaceres diarios.
Estoy seguro que todos nos sentimos orgullosos de él.
Mi cariño hacia él, es especial, en mi época de máximo responsable municipal, era raro el día que no se presentara en la puerta de mi despacho y con firmeza pedía hablar con su primo, (siempre le atendí) para expresarle sus sugerencias y consejos, eran (y lo siguen siendo) muy importantes, “Javier hace falta un paso cebra en la plaza del Mosquit, cualquier día atropellaran al tío Jaime, Javier hay una señal rota en tal sitio, Javier las luces no funcionan en tal calle, etc., etc.”, puedo asegurar que sus peticiones eran atendidas al momento y siempre me lo agradecía después, “gracias Javier por esto y por lo otro”.
Hoy nos podemos sentir orgullosos de su buen hacer a lo largo de estos años.
Su presencia en la fiesta de Moros y Cristianos, es imprescindible, orgulloso y feliz de pertenecer a la “FILA TEMPLARIS”, “SU FILA”, que siempre lo han tenido en cuenta para todo, “chapó para la fila Templaris”, en los Bous al Carrer y en tantas y tantos actos populares y culturales de Calpe.
Es de esas personas que jamás pasan desapercibidas en el día a día de nuestro pueblo.
Él ha sabido ganarse el cariño de todos y por ello y por muchas cosas buenas que el nos ha transmitido se merece ser considerado como un ciudadano calpino especial.
Sigue así amigo “Bartolo”, quiero que sepas que los calpinos nos sentimos orgullosos de ti y que eres un ejemplo para todos.
Con mi inmenso cariño y afecto, tu amigo,
Javier Morató Vives
Nació en el Puerto de Santa María, hijo de marinero, quien tras su fallecimiento, cuando él todavía era pequeño, junto a su madre y sus hermanos vinieron a vivir a nuestro pueblo, su pueblo.
Creció en la calle San José, centro neurálgico del casco antiguo, y desde allí, su vivir ha sido siempre el entorno del casco antiguo.
Hoy en sus más de sesenta años, su vida se ha visto compensada con su quehacer diario en la Iglesia Parroquial Virgen de las Nieves de nuestro pueblo. Allí ejerce como monaguillo y ayudante de Don Paco, nuestro párroco. Don Paco le dio la oportunidad de servir a nuestra comunidad a través de la Iglesia.
Les puedo asegurar que ejerce con mucha responsabilidad sus quehaceres diarios.
Estoy seguro que todos nos sentimos orgullosos de él.
Mi cariño hacia él, es especial, en mi época de máximo responsable municipal, era raro el día que no se presentara en la puerta de mi despacho y con firmeza pedía hablar con su primo, (siempre le atendí) para expresarle sus sugerencias y consejos, eran (y lo siguen siendo) muy importantes, “Javier hace falta un paso cebra en la plaza del Mosquit, cualquier día atropellaran al tío Jaime, Javier hay una señal rota en tal sitio, Javier las luces no funcionan en tal calle, etc., etc.”, puedo asegurar que sus peticiones eran atendidas al momento y siempre me lo agradecía después, “gracias Javier por esto y por lo otro”.
Hoy nos podemos sentir orgullosos de su buen hacer a lo largo de estos años.
Su presencia en la fiesta de Moros y Cristianos, es imprescindible, orgulloso y feliz de pertenecer a la “FILA TEMPLARIS”, “SU FILA”, que siempre lo han tenido en cuenta para todo, “chapó para la fila Templaris”, en los Bous al Carrer y en tantas y tantos actos populares y culturales de Calpe.
Es de esas personas que jamás pasan desapercibidas en el día a día de nuestro pueblo.
Él ha sabido ganarse el cariño de todos y por ello y por muchas cosas buenas que el nos ha transmitido se merece ser considerado como un ciudadano calpino especial.
Sigue así amigo “Bartolo”, quiero que sepas que los calpinos nos sentimos orgullosos de ti y que eres un ejemplo para todos.
Con mi inmenso cariño y afecto, tu amigo,
Javier Morató Vives
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